de su post en New Communications Review)indica que el profesional de la Comunicación, dadas las coordenadas tecnológicas actuales, tiene que redefinir su papel. Y entonces explica los perfiles señalados antes:
–El investigador: ¿qué está pasando en este mundo de la conversación en red?
–El antropólogo: hay que seguir aprendiendo de las raíces para interpretar este mundo.
–El ‘jardinero’: el comunicador se considera aquí como el que cuida (cual jardinero su jardín) para sostener el diálogo con una comunidad que, lógicamente, tiene sus movimientos propios.
–El arquitecto de la Comunicación: el profesional de la Comunicación Corporativa ayuda a sus clientes a entender la estructura tecnológica en construcción.
–El empresario: ahora es la oportunidad de oro para redefinir al sector de la Comunicación (en España) y el de las Public Relations (en el mundo anglosajón).
–El profesor: no se puede avanzar sin el concurso de los estudiosos.
–El reformador social: el trabajo en la Comunicación, hoy, tiene una dimensión social evidente, en tanto en cuanto se están modificando hábitos.
–El crítico: los cambios requieren gente valiente que indique qué es nuevo y qué debe cambiar porque está viejo o caduco.
–El centro neurálgico: que sería una acepción a la hora de traducir la palabra, the hub, algo que aquí podríamos entender en argot como, ‘hay que estar en la pomada’
Para Giovanni Rodríguez (experto en Public Relations norteamericano y blogger avezado), el técnico en Comunicación, se caracterizaría por albergar varios perfiles que puede tener en su totalidad, o sólo en parte. Tales apelativos son: el investigador, el antropólogo, el ‘jardinero’, al arquitecto de la Comunicación, el empresario, el conector, el profesor, el reformador social, el crítico y el centro neurálgico.
Así, muy sucintamente, la tesis (que se desprende